Cada uno de nosotros tiene, en promedio, cerca de 27000 días para vivir. Quita a eso un tercio más o menos que es el tiempo que utilizas para dormir, y otro pedazo de tiempo de esos años de infancia que no puedes controlar ni recordar, y tendrás un terrorífico y muy bajo número.

No estoy diciendo que debas deprimirte. Menciono esto porque como los grandes filósofos nos recuerdan, tener presente lo corto de la vida es lo que nos mueve a ser auténticos, Cuando te das cuenta de lo corto que es el tiempo que tienes, es cuando puedes empezar a valorarlo apropiadamente.

Y cuando valoras el tiempo de manera apropiada, tú no quieres desperdiciarlo. Si tienes un sentido de lo preciosa que es la vida, de hecho ya estás tratando de evitar malgastar tus horas y tus años con cosas con demasiada televisión o aferrándote a un trabajo que realmente no amas.
Pero hay más formas en las que dejamos la vida pasar y que son más difíciles de señalar, y por lo tanto suelen ser más peligrosas. Las he señalado aquí:

1. Rodearte de las personas erróneas

En este punto, es un cliché decir que tu eres el promedio de las 5 personas con las que más tiempo pasas. Pero incluso esta especial formulación es usada demasiado. La razón de ello es porque casi siempre es verdad. Lo que hace que las personas con las que pasas el tiempo definan cosas tan importantes como tu productividad, tu felicidad y simplemente las decisiones que tú haces diariamente.

Hay maneras obvias en las que las personas pueden hacer esto mal (Tales como pasar el tiempo con manipuladores y narcisistas). Pero una de las más desastrosas es también caer en ello por compasión, pensando que la otra parte cambiará su forma de ser.

Esto es una receta segura para desperdiciar tiempo a granel, según varios expertos: «las relaciones requieren mantenimiento, pero hay una gran diferencia entre mantener una buena relación y tratar de forzar una mala relación, lo cual no tiene ningún sentido en principio». Cuando tú eres fundamentalmente incompatible con alguien ( en los negocios o en el amor) lo mejor es cortar los lazos que a que arriesgarse a perder tiempo valioso y limitado.

2. Quejarse

Pasar el tiempo lamentándose por los problemas podría parecer una forma inocente de desahogarse, pero según la ciencia los efectos de refugiarse en esa actitud podrían ser potencialmente grandes. Quejarse re-acondiciona tu mente de manera rápida y negativa. El pesimismo, en otras palabras, se vuelve más fácil a medida que se práctica. (Lo mismo ocurre en el caso del optimismo).

De manera que el lamento y las quejas no solo están tragándose tu tiempo, están haciendo incluso más difícil que puedas ser una persona feliz. Y ¿Qué mejor manera de desperdiciar tu tiempo que perder las oportunidades – y alegría- porque estás ocupado quejándote?

3. No pedir ayuda

Esta es otra gran forma de perder el tiempo. Seguro, pedir ayuda puede hacerte sentir tonto, pero no pedirla hará que luzcas más tonto cuando no logres lo que necesitas por no pedirla.

Tú puedes desperdiciar un gran monto de tiempo al ser incapaz de pedir ayuda. Aquí hay otra manera de mirar a esto: «Si tú no estás pidiendo ayuda, probablemente no te estés desafiando a ti mismo lo suficiente». «Hay numerosas razones por las que no pedimos ayuda, pero usualmente es porque somos demasiado orgullosos o temerosos, y esa es una gran forma de desperdiciar el tiempo, porque te impide avanzar hacia delante».

4. Dejar que otras personas te digan cómo debes vivir

Según Bronnie Ware, una enfermera de hospital que escuchó a miles de pacientes lidiar con el inevitable fin de sus vidas, no hay más arrepentimiento mayor que este. No es algo dramático como perder a un ser querido o perder oportunidades de carrera. En vez de esto es una lucha con la que nos enfrentamos día a día: vivir nuestras vidas según las expectativas de los demás y no según nuestros propios deseos y sueños.

«Este es el mayor arrepentimiento de todos» dice Ware. «Cuando la gente se da cuenta de que su vida se va a terminar es fácil ver cuantos sueños se fueron sin poder ser cumplidos».

Similarmente, el escritor Ivan Chan nos dice que dejar que otros nos digan cómo debemos vivir es un signo definitivo de que estamos perdiendo el tiempo. «Muchas personas entraran a tu vida con buenas intenciones- o no- tratando de decirte cómo debes vivir tu vida. ¿Las escucharás? Nos pregunta Ivan. «Es tu vida y es tu única oportunidad de vivir, de manera que no desperdicies tu tiempo viviendo dependiente de las órdenes de otros».

5. Perseguir el placer momentáneo en lugar de un significado duradero

Según la ciencia, hay dos tipos de felicidad. Abigail Tracy de Inc.com lo explica: «El primer tipo, conocido como bienestar eudaimónico, es la felicidad asociada con el sentido de propósito y significado en la vida. El segundo es el bienestar hedonista, el cual es una simple chispa de gozo cuando satisfaces un deseo. (Por ejemplo al disfrutar de una barra de chocolate o al comprarte un nuevo televisor».

Los pasabocas y el consumismo nos hacen sentir bien al instante, mientras que al perseguir algo con significado profundo como comenzar un negocio o entrenar para una triatlon, definitivamente es todo menos sonrisas. Pero si estás siempre persiguiendo la felicidad hedonista y no piensas sobre el bienestar eudaimónico también, entonces hay una posibilidad completa de que estés desperdiciando tu potencial pleno. (La investigación sugiere que tú probablemente terminarás sintiéndote más ansioso que feliz ) al final, la satisfacción y el gozo provienen del significado, no de los placeres vacíos.

Y no tienes que creerme a mi para entender esto. Hay toneladas de ciencia que han demostrado estos dos sabores de la felicidad y cómo perseguir cada uno de estos afecta nuestro humor y la evaluación general que hacemos de nuestras vidas.

6. Evitar confrontar tus sentimientos

Si todas estas formas de malgastar nuestro tiempo tienen algo en común es que seguimos tras ellas con buenas intenciones. Nos quejamos para desahogarnos, dejamos que otras personas nos digan cómo vivir por respeto y preocupación (y por miedo). Nos apegamos a una mala relación por amor y por el optimismo ciego en que la otra persona cambiará.

Del mismo modo esta sexta forma podría sonar como una buena estrategia. La vida es una montaña rusa, de manera que no confrontar tus emociones podría parecer un buen modo de evitar y modular el dolor potencial. Pero es también una tremenda manera de desperdiciar tu tiempo en la tierra.

«Tú arruinas tu vida al des-sensibilizarte a ti mismo» nos alerta Bianca Sparacino en «Catalogo del Pensamiento».»Nosotros estamos temerosos de sentir profundamente, de dejar que los demás sepan que sentimos por ellos. Que nos importen no es un sinónimo de que estemos locos».

El impulso de protegerte a ti mismo al callar tus propios sentimientos es entendible, pero la alternativa es mucho más motivadora. «Hay algo impresionantemente bello en los momentos de pequeña magia que ocurren cuando sales fuera de ti mismo y eres honesto con aquellos que son importantes para ti. Deja que esa chica sepa que te inspira, Dile a tu madre que la amas en frente de tus amigos… Ábrete a tus sentimientos. No te refugies del mundo» Nos aconseja Sparacino.

*Este artículo fue escrito por Jessica Stillman

Vía |Inc 

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