El cuidado personal parece ser una palabra sagrada que solo está reservada para las actividades que sueles realizar únicamente en la privacidad de tu hogar: cosas como practicar yoga, darte baños largos y tener noches tranquilas y meditativas. Esta es una forma de cuidado muy deliberada, todo un ritual sobre el que podemos ejercer el control total. Pero lejos de casa, en lugares como la oficina, el concepto de bienestar cambia de manera permanente. Creemos que se trata de algo en lo que nuestros empleadores deberían dar el primer toque para proporcionar: una cultura de trabajo que produzca una gran felicidad para nosotros.
Pero al final de cada día, todo depende únicamente de ti. Tu empresa podría ofrecer refrigerios, jornadas de descanso, juegos de mesa y fiestas, pero no está de más personalizar tu día de trabajo para poder terminar la jornada siendo realmente una persona más feliz.
Un trabajador que labora con agrado y felicidad, aumenta su productividad en mínimo un 12 por ciento, según se ha establecido en un estudio realizado en 2014 por investigadores de la Universidad de Warwick. Si no te sientes satisfecho en tu lugar de trabajo, intenta cambiar tu rutina con las actividades rápidas y nutritivas que te presento a continuación.
Tabla de contenido
Un ser humano que está hambriento es una persona que va a mostrarse malhumorada. Cuando te estés quedando sin energía, puedes volver a encenderla con un puñado de nueces, un poco de fruta seca o comiendo una barra de proteína de grano entero.
2. Haz algo que realmente ames y que puedas disfrutar en tu hora del almuerzo
Toca un instrumento, trabaja en la novela o el libro que has estado escribiendo o alimenta a los patos en un parque cercano a tu lugar de trabajo. Esto le da a tu día un poco de variedad y diversión, y además crea una sensación de propósito fuera de tu cubículo laboral.
3. Toma caminatas en grupo
Pero cuando lo hagas no hables sobre tu trabajo o los chismes y cuentos sobre los compañeros de la oficina. Mantén siempre una conversación ligera con temas divertidos como planes para el fin de semana y comentarios sobre nuevos programas de televisión.
4. Mantén una pequeña colección de juegos Lego en tu escritorio
Solo necesitarás de 20 a 30 piezas para contar con esta saludable distracción. Durante tus pausas activas ponte a prueba para crear algo nuevo con cada pieza en una diversión que puedes practicar al menos tres veces por semana.
5. Trabaja en pareja
Es posible que debido a la monotonía y la rutina, ya hayas perdido el amor con tu trabajo, pero eso no significa que todos los aspectos con los que se cuenta en tu empresa también sean aburridos. Únete a un miembro del equipo de trabajo para elaborar un proyecto de relajación en grupo, o aventúrate más allá de tu departamento y convoca a todas las dependencias de la compañía para aprender algo nuevo y refrescar tu jornada laboral.
Vía | Success