LÍDER COERCITIVO: qué es, cuáles son sus ventajas y sus desventajas

El liderazgo, como toda habilidad, es algo que se puede aprender. Pero antes de hablar de la definición del liderazgo coercitivo, es importante resaltar que, según un estudio, este tema es prioridad para el 74% de las empresas en América Latina, pero solo 19% de ellas cuenta con sucesores preparados para asumir posiciones críticas y determinantes de la compañía según latam.merced. 

Es claro que para mejorar este índice las empresas de la era digital deben impulsar la gestión del conocimiento, pero también necesitan preocuparse por diferenciar y preparar a sus líderes para analizar informaciones, desarrollar planes estratégicos, definir metas y objetivos.

Independientemente de los tipos de líderes que existen dentro de una empresa como liderazgo directivo o liderazgo social, dirigir un equipo de forma eficiente requiere años de práctica y un alto grado de inteligencia emocional, que le permita:

• Comprender sus emociones y las de los otros
• Conocer sus puntos fuertes y débiles para trabajar sobre ellas
• Desarrollar la habilidad de controlar emociones e impulsos
• Pensar antes de actuar
• Tener adaptabilidad a los cambios
• Tener un alto grado de productividad y efectividad
• Ser inspirador para su equipo, motivarlo siempre

Definición de líder coercitivo

Para saber qué es el líder coercitivo, primero debemos tener claro que este tipo de liderazgo empresarial parte de la base de lo que durante años conocimos como liderazgo tradicional o liderazgo social en donde el líder tiene las características de un jefe sobre el cual recaen todas las decisiones. El poder está centrado en él mismo y los integrantes tienen la función de obedecer.

Rensis Likert, psicólogo y estudioso de la gestión, diferenciaba entre dos perfiles que se enmarcan en este tipo de liderazgo empresarial:

1. Líder coercitivo autoritario: Sin ningún tipo de confianza en su equipo. Se encarga de dar órdenes y sancionar a quienes no las cumplen.  

2. Líder autoritario benevolente: Posee un poco más de confianza en su equilpo, pero la motivación se basa en meras recompensas económicas. Aún mantiene el dominio absoluto de las decisiones.

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Características de un líder coercitivo

Los lideres coercitivos o también llamados autoritarios (a los que, por cierto, les encanta dirigir), imponen ritmos de trabajo frenéticos y exigen cumplimientos inmediatos sin prestar atención al bienestar y la motivación de sus empleados. Defienden que el fin justifica los medios: todo vale siempre y cuando contribuya a la obtención de resultados y al crecimiento de la empresa.

El estilo de líder coercitivo no entiende de flexibilidad y su valor estrella, que debe permanecer siempre por encima de los demás, es la disciplina. Y es que fija una dirección clara y prohíbe terminantemente cualquier desvío. Al tomar las decisiones de manera unilateral y sin posibilidad de negociación, frena con su poder coercitivo todas las posibilidades de que surjan nuevas ideas por parte de terceros y, por lo tanto, la creatividad y las iniciativas de las personas que tiene a su cargo.

En términos generales el jefe que ejerce una autoridad coercitiva se orienta al logro, lo más importante para él son los resultados. Es enérgico y le encanta dirigir. Su lema es «haz lo que te digo». Posee el carácter ideal para remontar una situación de crisis y encauzar a empleados problemáticos, pero genera un clima muy negativo.

Cómo actúa un líder coercitivo: El jefe coercitivo o autoritario impone un ritmo de trabajo acelerado y exige obediencia inmediata. Cree que el fin justifica los medios y puede llegar a destrozar la motivación de sus empleados porque los exprime al máximo, algo que normalmente no le interesa.

Cómo tratar al jefe coercitivo: Esta clase de líder debe notar que los trabajadores le proporcionan resultados rápidos y precisos. Es mejor evitar el enfrentamiento con él, pero sin parecer sumisos ya que se ceba con los más débiles.

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Eficacia del líder coercitivo

Fundamentalmente, un líder coercitivo es eficaz en situaciones de crisis, como último recurso para controlar a equipos de trabajo problemáticos, para implementar grandes cambios de manera rápida o durante emergencias reales. De hecho, suele resumirse con la frase “haz lo que te digo”.

Es un estilo que conlleva una gran cantidad de implicaciones negativas, por lo que debe emplearse de manera muy puntual y con extrema precaución. Por su naturaleza autoritaria, acaba generando un clima negativo en la organización, desmotivando y alienando a sus trabajadores y perdiendo su sentido de la responsabilidad y compromiso con la empresa.

Por esta razón, el coercitivo es el líder menos efectivo de todos. Como las decisiones se toman de arriba abajo, el líder no tiene en cuenta las iniciativas de los demás, que sienten que no son respetados y evaporándose su sentido de la responsabilidad y del compromiso. Dejan de actuar por iniciativa propia y dejan de sentir pertenencia.

Líder coercitivo: Ventajas y desventajas

Un líder coercitivo es un personaje que se dispone a aprovechar las oportunidades para alcanzar los objetivos sin importar el costo y entre sus principales cualidades destaca una gran calibración emocional, lo que lo caracteriza por tomar decisiones racionales y frías en lugar de humanizadas y emocionales. Un líder coercitivo hace uso de su poder para favorecer a la operación más que a los intereses de los subordinados.

Ventajas: Algunos consideran que un líder coercitivo puede llegar a ser útil en casos de extrema urgencia como una reestructuración interna de personal. El estilo coercitivo sólo debería ser usado, como diría Daniel Gomelan, «con una cautela extrema y en las pocas situaciones en las que sea absolutamente imperativo».

En estos casos, una de las principales ventajas del estilo coercitivo es que puede romper los hábitos de trabajo erróneos y mover a las personas para que adopten nuevas formas de trabajo y disciplina. Siempre es apropiado durante una emergencia genuina, como después de una contingencia ambiental, un alto nivel de reclamos por parte de nuestros clientes o a causa de un bajo nivel de calidad en nuestros productos. Y puede funcionar con empleados problemáticos con quienes ha fallado todo lo demás y solo queda utilizar la coerción.

Desventajas: Un líder al que se le tiene miedo, afecta directamente el clima laboral, la productividad y la motivación y, además, va en contravía de la cultura empresarial del siglo XXI pues impacta en la calidad de vida, capacidad de innovación y trabajo en equipo, factores de éxito del mercado laboral 4.0.

Contrario al jefe coercitivo, se encuentra el líder afiliativo, que tiene un lema claro «primero las personas». Su orientación a los trabajadores es total, en el extremo sería algo así como tu mejor amigo, alguien que te aprecia, que se preocupa por ti y que vela por la buena salud del equipo.

Los resultados sobre el clima, la motivación y la implicación del líder afiliativo son muy altos. Por ello si se les pregunta a las personas que trabajan con este tipo de líder cómo se sienten a su lado la respuesta sería «¡estupendamente!».

Los beneficios del líder afiliativo son muchos, especialmente que se caracteriza por lograr fuertes vínculos emocionales con las personas, pero tiene un pequeño inconveniente: Cuando son muy afiliativos se olvidan del resultado. Conseguir objetivos es bastante incómodo y para lograrlo se tiene que meter cierta presión en el sistema. Y para ello un líder de este tipo no siempre servirá.

Poder coercitivo en una empresa

Toda interacción y relación social dentro de una empresa implica ejercer poder o liderazgo social, pero no siempre el poder significa autoridad, generalmente se traduce en fuerza y cohesión entre todos para lograr los objetivos trazados.

La diferencia entre el poder y la autoridad es que el primero implica, como ya se dijo, fuerza y cohesión; por su parte, la autoridad es un subconjunto del poder, que no lleva implícita la fuerza, ya que la autoridad es el poder legal que tiene una persona, en función de la posición que ocupa dentro de una empresa.

El poder tiene muchas fuentes, pero la forma en que se obtiene se logra dependiendo de los objetivos que se ha trazado la empresa. Es por ello que el poder coercitivo es para castigar, los subordinados obedecen más por temor que por otra razón, ya que sabe que un jefe coercitivo puede evitar un ascenso, un aumento, o incluso puede cambiarlo de puesto o despedirlo si no cumple sus “ordenes”.

De esta forma, queda claro que el poder coercitivo, es el que utiliza la aplicación de la fuerza y a través de ella busca obligar a la conducta en lugar de influir en el empleado a través de la persuasión.

Líder coercitivo, ejemplo

Digamos que eres recién graduado de la universidad y eres contratado para administrar un equipo de trabajadores de producción en una empresa que genera productos de belleza. En tu primera reunión de equipo, explicas las últimas técnicas de producción que aprendiste en tus estudios y que, a partir de ahora, utilizarán esa metodología. Además, le dices a tu equipo que esperas que con estos cambios mejoren su productividad en un 12%. También les informas que, si su producción no cumple con las proyecciones de manera impecable, estarán sujetos a medidas disciplinarias que incluyen hasta el despido.

En esa primera etapa tu equipo alcanza el nivel de productividad proyectado. Sin embargo, durante el siguiente periodo, casi todos los empleados de tu grupo se fueron. El gerente general te llama a su oficina y te explica que la mayoría de los trabajadores declararon en sus cartas de renuncia, que dejaron la empresa porque se sintieron intimidados por ti. Eso te convirtió en ejemplo de un líder coercitivo en la empresa porque lograste reducir la planta de personal luego que un grupo importante de trabajadores se marcharan de la compañía debido a la presión negativa que ejercías sobre ellos.

Esto ocurre precisamente porque fueron obligados a cumplir una meta de productividad a través de las amenazas de despido y de otras medidas disciplinarias que generaron un mal clima laboral y desmotivaron a los trabajadores, porque en lugar de obtener incentivos, recibieron intimidaciones.

Hitler, líder coercitivo

Adolf Hitler(1889-945) fue un político, militar, pintor y escritor alemán, de origen austríaco; canciller imperial desde 1933 y Führer (líder) de Alemania desde 1934 hasta su muerte. Lideró un régimen totalitario durante el período conocido como Tercer Reich o Alemania nazi. Dirigió a Alemania durante la Segunda Guerra Mundial, que inició con el propósito principal de cumplir sus planes expansionistas en Europa.

Hitler fue un líder coercitivo famoso por su fuerte carisma mediante el cual imponía sus ideas al equipo, en lugar de permitir a los demás integrantes, hacerse responsables de sus propias conductas, no permitiéndoles con ello, ser independientes. Todo giraba alrededor del él, considerado como la única persona capaz de tomar decisiones: marcaba objetivos, tomaba decisiones, controlaba los procesos y no delegaba responsabilidades, orientado totalmente al resultado el cual estaba por encima de todo a pesar de cualquier otro tipo de consecuencias.

Hitler tomaba decisiones críticas aun teniendo consecuencias devastadoras. No se dejaba influenciar por las opiniones y juicios de otros. Era inflexible y le gustaba ordenar. Fue un verdadero destructor de la creatividad de los demás miembros de su equipo. Buscaba la motivación de sus colaboradores a base de un sistema de recompensas y castigos qué el mismo elegía.

“No importa la verdad. Importa la victoria”.

Adolf Hitler

Adolf Hitler es uno de los ejemplos más claros del estilo de liderazgo autocrático, coercitivo o autoritario.

El poder coercitivo es un método común para influir en el comportamiento de los empleados. Un gerente usa el poder coercitivo al forzar el cumplimiento de los empleados mediante el uso de amenazas. Si bien la coerción puede funcionar a corto plazo, se corre el riesgo de tener problemas a largo plazo, incluida la baja satisfacción laboral de los empleados, lo que resulta en una alta rotación de trabajadores. La productividad puede incluso disminuir a largo plazo. La coerción también tiende a ser un obstáculo para la creatividad y la innovación de los empleados debido al miedo y la inseguridad que crea.