No todos van a pensar y actuar como lo haces tú. Esto puede parecer obvio, pero en realidad te sorprenderías de cuántos líderes veo frustrados a cada momento, cuando los miembros de su equipo expresan opiniones diferentes. Una de las habilidades más importantes que debe tener un buen líder es sin duda la empatía. Pero, no confundas la empatía con la simpatía. La simpatía es compartir los sentimientos de los demás, mientras que la empatía es ver y entender de dónde vienen las personas.

Un buen líder entiende que cada miembro de su equipo tendrá pensamientos, ideas y creencias muy diferentes sobre cómo funciona el mundo. Esa es la belleza de la diversidad. El papel que cumple un buen líder es unificar a un grupo diverso de personas identificando lo que las motiva individualmente, y luego combinar esas habilidades individuales con las complementarias. A continuación encontrarás las tres características principales que tienen los líderes empáticos.

1. Deja de lado tus puntos de vista personales

Los líderes empáticos comprenden que no hay una sola solución para cualquier tipo de problema. Ellos están dispuestos a dejar de lado sus propias creencias sobre un tema, y en cambio siempre están abriendo sus mentes a otros puntos de vista. Los líderes empáticos están menos preocupados por tener razón y buscan comprender a su equipo. Escuchan para entender en lugar de responder. Ellos escuchan con sus ojos, oídos, instintos y corazón. Esta no es una tarea fácil. El ego es persistente, siempre acecha bajo la superficie, listo para aparecer cuando menos lo esperas, pero los líderes empáticos siempre logran controlarlo.

Si estás luchando por tener una mente abierta a los pensamientos y opiniones de los demás, intenta escribir cada punto de vista en papel. Esta lista te servirá como un recordatorio visual de que tu opción no siempre va a ser la mejor, o incluso la única.

2. Invierte tu tiempo en las personas

Esto no es una autocracia. Tú no eres el rey o la reina de un país. Las personas que se presentan a trabajar para ti todos los días aportan valor a tu empresa. Pero eso no significa que te sigan ciegamente. Dedica algo de tiempo a invertir en tu equipo. Esto podría ser tan simple como los eventos mensuales de formación de grupos. O podrían ser notas de estímulo escritas a mano los viernes por la mañana. Lo que sea que elijas, busca que no solo siga los movimientos del grupo, sino que llegue hasta ellos. Sé curioso acerca de los miembros de tu equipo. Pregúntales sobre sus antecedentes, sus familias, sus sueños. Implementa programas de desarrollo para que tu equipo pueda continuar aprendiendo y creciendo. Si inviertes en ellos, ellos muy seguramente invertirán en ti.

3. Continúa aprendiendo y adaptándote

Tú no lo sabes todo. Un líder empático entiende la importancia de ser un estudiante de por vida. Desafía tus creencias, suposiciones y absolutos. El mundo está cambiando; y debes prepararte para cambiar con eso.

Vía | Success

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