Ser más productivo se trata de trabajar de manera más inteligente, no de trabajar más duro, y de sacar lo mejor del día.

Aunque no es una tarea fácil, hacer más en menos tiempo es un objetivo mucho más fácil de lograr si no te estás saboteando a ti mismo con malos hábitos.

Acá presentamos la lista de los 18 malos hábitos a los que debes renunciar ahora mismo si deseas convertirte en una persona más productiva.

1. Apagar el botón de alarma

Podrías pensar que apagar la alarma en la mañana te da unos minutos extra de descanso, pero la verdad es que hace más daño que bien.

Esto es porque cuando te despiertas tu sistema endocrino empieza a liberar hormonas para mantenerte alerta durante el día. Volver a dormir solo retrasa este proceso. Aún más, nueve minutos más de sueño no le da a tu cuerpo el tiempo que necesita para restaurarse completamente. El sueño profundo sí lo hace.

2. Priorizar el trabajo sobre el descanso

Como dice Arianna Huffington en su manifiesto del sueño, “La revolución del sueño”, una buena noche de sueño tiene el poder para incrementar tu productividad y felicidad, lleva a que puedas tomar decisiones más inteligentes, y a que seas capaz de abrirte a las grandes ideas.

Como Huffington explicó a Business Insider, una investigación mostró la directa correlación entre menos descanso al dormir y la menor eficiencia en el trabajo. El córtex prefrontal del cerebro, donde las funciones para la resolución de problemas están localizadas, es degradado si no hay suficiente descanso.

3. Mantener el teléfono cerca a tu cama

Otra clave para tener un mejor descanso es no dejar que tu sueño se interrumpa con distracciones. Las pantallas LED de los teléfonos modernos, las tablets y los computadores portátiles, por ejemplo, emiten lo que se conoce como luz azul, la cual según diversas investigaciones pueden dañar la visión y suprimir la emisión de melatonina en el organismo, una hormona que ayuda en el ciclo de sueño.

La investigación también sugiere que las personas con menos melatonina son más propensas a la depresión.

4. No desayunar

Nuestras mentes y cuerpos están conectados en un número importante de diversas maneras, y conseguir el combustible que necesitamos para nuestra vida diaria no solamente significa descanso.
Como Lisa DeFazio, una experta en salud y diestista certificada, dice a Business Insider, el desayuno es la comida más importante del día.

Al momento que te despiertas ya has pasado por 10 o 12 hora sin comer, por lo cual el desayuno adquiere su nombre des – ayuno (dejar de ayunar) dice DeFazio.

Tu primera comida es la que enciende tu metabolismo y repone tus niveles de azúcar en la sangre, de manera que puedas enfocarte y ser productivo durante el día. Cuando los niveles de azúcar en la sangre son bajos, es mucho más difícil concentrarse y es más probable que uno se sienta irritable, cansado e impaciente.

5. Postergar las tareas más importantes

La gente frecuentemente comienza su día completando las tareas más fáciles para empezar a ponerse activos, y dejan las tareas más difíciles para después. Esta es una mala idea, una que frecuentemente lleva a que el trabajo importante no termine por hacerse.

La investigación científica ha demostrado que la gente tiene una fuerza de voluntad limitada, que disminuye a través del día, así que es mejor hacer lo más difícil primero, al comienzo del día.

6. Revisar el correo electrónico durante todo el día

El constante acceso a internet puede llevar a que las personas estén revisando constantemente su correo electrónico durante todo el día. Tristemente, cada vez que tú haces eso, tú pierdes hasta 25 minutos de tiempo de trabajo. Aún más, constantemente chequear el correo, te vuelve más tonto.

En vez de eso, Ron Friedman, consultor de estrategia, sugiere, cerrar las ventanas de correo electrónico durante periodos de 30 minutos para poder sumergirnos de pleno en las tareas de trabajo.

7. Comer comida chatarra como almuerzo

Mantener los niveles de energía adecuados requiere comer de manera balanceada.

Las comidas altas en grasas y azúcares, nos vuelven somnolientos y hacen que nuestra energía empiece a descender, así que es importante tener una dieta alta en proteínas y grasas saludables.

Afortunadamente, hoy día muchas cadenas de comida rápida ofrecen opciones saludables para el almuerzo que no te dejarán.

8. Negligencia al formar hábitos

Una de las cosas más difíciles al formar un nuevo hábito, sea una nueva dieta o rutina de ejercicios, es la urgencia a buscar una recompensa por cumplir con la tarea de formar el hábito.
La idea de que “merecemos” concedernos una comida suculenta después de haber hecho dieta luego de una semana es llamada “negligencia moral” y mina los planes de las personas en su búsqueda de mejorar.

En vez de eso, trata de hacer tu nuevo hábito parte de tu identidad, de manera que pienses en ti mismo como una persona que ahorra y/o hace ejercicio regularmente, en lugar de ser alguien que realiza algo en contra de su voluntad.

9. Fallar al priorizar

Algunas personas piensan que tener muchos objetivos es la manera de garantizar el éxito, que si alguna idea falla al menos las otras podrán generar algún retorno. Desafortunadamente este tipo de razonamiento es extremadamente improductivo.

Warren Buffet tiene el antídoto perfecto. Él observo que su piloto personal no estaba cumpliendo sus objetivos de vida, así que Buffet le pidió una lista de 25 cosas que él quería hacer antes de morir. Pero en vez de asesorarlo para cumplir sus metas, le dijo que escogiera cinco de la lista que considerara más importantes y que ignorara el resto.

10. Sentarse todo el día

Nilofer Merchant, una consultora de negocios y autor de “El nuevo cómo: creando soluciones de negocios por medio de la estrategia colaborativa” compartió con la audiencias de TED Talks sus ideas de cómo desarrollar reuniones exitosas para las grandes compañías por medio de una simple actividad: reuniones donde se camina.

Ella recomienda hablar y caminar durante 20 kilometros cada semana.

“Tú te sorprenderás de cómo llegan los aires frescos de nuevas ideas, y la forma en que lo hacen. Tú llenarás tu vida con un conjunto nuevo de ideas” dijo Merchant.

11. Multitarea

Mientras muchas personas creen que son buenas haciendo varias cosas a la vez, la investigación científica ha encontrado que solamente el 2% de la población es buena en la multitarea.
Para el resto de nosotros la multitarea es un mal hábito que limita nuestra atención y nos hace menos productivos en el largo plazo.

12. Evitar el ejercicio

La investigación ha demostrado que el ejercicio, en la noche o en la mañana, puede mejorar la calidad del sueño de las personas. Un estudio encontró que el ejercicio añade 45 minutos extra de descanso. Y un mejor descanso lleva a un día más productivo.

En un artículo publicado en Harvard Business Review, se argumenta que añadir ejercicio a tus hábitos diarios puede contribuir directamente a tu productividad en el trabajo.

Se señala a beneficios cognitivos específicos derivados de la rutina de ejercicio, incluyendo mejor concentración, mejor resistencia mental, menor estrés, y mejor humor, todos los cuales tenían serias implicaciones para el desempeño laboral.

13. Navegación impulsiva en internet

Desde que la mayoría de nosotros tenemos acceso a internet en el trabajo, es fácil distraerse pensando en responder a las preguntas azarosas que surgen en nuestras mentes.

Esta es la razón por la cual Suresh Rathiman recomienda escribir estas preguntas en un cuaderno, de manera que tú puedas buscar la información más adelante, cuando no estés trabajando.

14. Planificar en exceso

Muchas personas ambiciosas y organizadas tratan de maximizar su productividad planificando de manera meticulosa cada hora del día. Desafortunadamente las cosas no siempre salen como se han planeado; un hijo enfermo o una asignación inesperada pueden interrumpir el día de una persona completamente.

En vez de planificar en exceso, tú podrías tratar de planificar solo unas cuatro o cinco horas de trabajo real. De esa manera puedes ser flexible con el resto del día.

15. No planificar

Dicho de otra manera, tú debes planificar con tiempo tu estrategia antes de intentar lograr objetivos de largo plazo. Tratar de resolver una situación a medio camino a través de un proyecto puede ser frustrante y resultar en un gran desperdicio de tiempo.

Robert Pozen, un profesor de la escuela de administración Sloan del MIT, recomienda que primero determines cuál es el objetivo final que quieres alcanzar con tu proyecto, entonces establece una serie de pasos para lograrlo. Una vez estés a mitad del camino tu puedes revisar tu trabajo para hacer cambios y estar seguro de que estás bien enfocado y ajustar tu estrategia de manera coherente.

16. Asistir a demasiadas reuniones

Nada interrumpe el flujo de la productividad como las reuniones innecesarias. Y con herramientas como el correo electrónico, la mensajería instantánea, y el videochat en la palma de tus manos, es mejor usar las reuniones para introducciones y presentaciones serias que deban ser sostenidas solamente en persona.

Bobby Harris, fundador de BlueGrace Logistics, recomienda que las personas no acepten reuniones a menos que los proponentes de las mismas tengan una agenda clara y hayan expuesto cuánto tiempo tomará la reunión. E incluso entonces, Harris recomienda darle a los proponentes la mitad del tiempo que inicialmente requirieron.

17. Perfeccionismo

Más frecuentemente que la pereza, la raíz de la procastinación es el miedo a no realizar un trabajo perfecto, según informa el sitio web The Book of Life, un vástago de una compañía fundada por el escritor y filósofo británico Alain de Botton.

“Comenzamos a trabajar cuando el miedo de no hacer nada excede al miedo de no hacer las cosas de manera perfecta” afirma el sitio web. “Y eso puede tomar su tiempo”.

La única manera de superar la procastinación es abandonar el perfeccionismo y no dar demasiada molestia con los detalles mientras nos movemos hacia adelante. Pretender que la tare a no importa realmente y que está bien si las cosas no salen como se ha esperado, puede ayudarnos a ponernos en movimiento.

18. Pensar en tu horario en términos de días de 24 horas

Laura Vanderkam, una experta en administración del tiempo y la productividad, y autora del libro “Yo sé cómo ella lo hace” llama a esto la trampa de las 24 horas y sugiere que en vez de ello pensemos en el tiempo que tenemos para hacer las cosas en términos de 168 horas o semanas enteras.

“La gente siempre dice que no tienen suficientes horas al día, y yo estoy de acuerdo con ellas – no hay horas suficientes en el día”. Vanderkam dice a Business Insider. “Pero afortunadamente no vivimos nuestras vidas en términos de días, vivimos en términos de semanas.

Si tú miras las cosas de esta manera, esto te concede mucho más tiempo – siete días- para poder hacer todo lo que necesitas hacer, lo cual te hace más feliz y menos temeroso de comenzar.

Este artículo fue escrito por Samantha Lee.

Vía | Business Insider

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