El minimalismo es una forma de detener la gula del mundo que nos rodea. Es lo opuesto a cada anuncio que vemos pegado en la radio y la televisión. Vivimos en una sociedad que se enorgullece de la acumulación de cosas; estamos inmersos en el consumismo, las posesiones materiales, el desorden, las deudas, las distracciones y el ruido.

Lo que parece que no tenemos es ningún significado en nuestro mundo.

Al adoptar un estilo de vida minimalista, puedes tirar lo que no necesitas para concentrarte en lo que si requieres.

Sé de primera mano lo poco que realmente necesitamos para sobrevivir. Tuve la suerte de vivir en una camioneta durante cuatro meses mientras viajaba por Australia. Esta experiencia me enseñó valiosas lecciones sobre lo que realmente importa y lo poco que en verdad necesitamos de todo esto con lo que nos rodeamos.

Menos es más

Vivir un estilo de vida minimalista se está reduciendo. Hay algunos beneficios obvios del minimalismo, como menos limpieza y estrés, un hogar más organizado y más dinero para encontrar, pero también hay algunos beneficios profundos que cambian la vida.

Lo que normalmente no nos damos cuenta es que cuando disminuimos, reducimos mucho más que solo cosas.

Considera solo algunos de los beneficios de vivir con menos posesiones:

1. Crea espacio para lo que es importante

Cuando purgamos nuestros cajones y armarios de basura, creamos espacio y paz. Perdemos ese sentimiento claustrofóbico y podemos respirar de nuevo. Crea la habitación para llenar nuestras vidas de significado en lugar de cosas.

2. Más libertad

La acumulación de cosas es como un ancla, nos amarra. Siempre nos aterroriza perder todas nuestras «pertenencias». Déjalas ir y experimentarás una libertad como nunca antes: te liberarás de la avaricia, la deuda, la obsesión y el exceso de trabajo.

3. Concéntrate en la salud y los pasatiempos

Cuando pasas menos tiempo en el depósito de tu casa tratando sin éxito de mantenerte al día con los Jones, das paso a una apertura para hacer las cosas que amas y para las que parece que nunca podrás realizar.

Todos siempre dicen que no tienen suficiente tiempo, pero ¿cuántas personas realmente se detienen y miran en qué están gastando cada instante de su vida?

Podrías disfrutar de un día con tus hijos, ir al gimnasio, practicar yoga, leer un buen libro o viajar. Lo que sea que ames podrías estar haciéndolo, pero en cambio vives atrapado en las compras en el centro comercial, donde buscas más cosas.

4. Enfócate menos en las posesiones materiales

Todas las cosas con las que nos rodeamos son meramente una distracción con las que estamos llenando un vacío. El dinero no puede comprar la felicidad, pero permite tener comodidad. Después de que se satisfaga la comodidad inicial, ahí es donde nuestra obsesión por el dinero debería terminar.

Somos bombardeados por los medios que presentan promesas de felicidad a través de medidas materialistas. No es de extrañar que luchemos todos los días. Resiste esos impulsos. Es un camino vacío que no te hará feliz.

Es difícil no enredarte en la trampa del consumismo. Necesitas constantes recordatorios de que es una falsa sensación de felicidad. Disfruta las cosas, pero también reconoce que no las necesitas.

5. Más tranquilidad

Cuando nos aferramos a posesiones materiales, creamos estrés porque siempre tememos perder estas cosas. Al simplificar tu vida, puedes perder tu apego a estos elementos y finalmente crear una mente tranquila y pacífica.

Cuantas menos preocupaciones tengas, más paz lograrás, y es tan simple como eso.

6. Más felicidad

Al ordenar tu vida, la felicidad viene naturalmente porque gravitas hacia las cosas que más importan. Ves claramente las falsas promesas en todo el desorden, es como un escudo roto contra la verdadera esencia de la vida.

También encontrarás la felicidad en ser más eficiente, podrás tener mayor concentración al reorientar sus prioridades, y encontrarás alegría al disfrutar de la desaceleración.

7. Menos miedo al fracaso

Cuando miras a los monjes budistas, no tienen miedo, y no sienten temor porque no tienen nada que perder.

En lo que sea que desees seguir haciendo, puedes sobresalir, si no estás plagado del temor de perder todas tus posesiones mundanas. Obviamente, debes tomar las medidas adecuadas para ponerte un techo encima de la cabeza, pero también debes saber que tienes poco que temer, excepto el miedo mismo.

8. Más confianza

Todo el estilo de vida minimalista promueve la individualidad y la autosuficiencia. Esto te hará tener más confianza en tu búsqueda de la felicidad.

Vía | Life Hack

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