Tienes grandes ambiciones: puedes desear comenzar un negocio, o escribir un libro. Pero lo más probable es que trabajes muchas horas del día o que las responsabilidades del hogar consuman tus jornadas completas. Para el momento en que termines todo lo que tienes que hacer, no tendrás la energía suficiente para nada que quieras realizar más allá de encender el televisor y descansar.
Sin embargo, algunas personas que viven muy ocupadas logran hacer tiempo para sus prioridades. ¿Cómo lo hacen? ¿Cuál es su secreto?
Ellos hacen todo primero que los demás. Se levantan muy temprano en la mañana. Antes de lo necesario. Utilizan el tiempo antes del trabajo para algo más que simplemente prepararse para ir a la oficina. Mañana por mañana, progresan en lo que les importa, y a menudo logran tanto antes del desayuno como otras personas lo hacen durante todo el día.
No es exactamente divertido renunciar al botón de repetición, pero estas primeras horas del día suelen ser el mejor momento para hacer las cosas por sí mismos, antes de que todos los demás demanden toda tu atención. Con una pequeña reorganización del cronograma, convertirte en una persona madrugadora y más productiva, es más factible de lo que piensas.
Aprendí por primera vez que las mañanas podrían ser el momento más transformacional desde hace años, cuando estaba estudiando el horario de una atareada abogada. Ella quería pasar más tiempo con su hija, pero tenía muy poco control sobre cuándo era el momento de dejar el trabajo. Este estado de cosas la entristeció, hasta que miramos su agenda y vimos que tanto ella como su hija estaban despiertas relativamente desde muy temprano. Sin embargo, con todo el mundo concentrado en salir por la puerta, nadie era realmente consciente de cuánto tiempo pasaba y cómo podría usarse de otra manera más adecuada. Después de pensarlo detenidamente, la abogada decidió levantarse más temprano y prepararse antes de que su hija se levantara. Luego usó este tiempo en la mañana para jugar, hacer grandes desayunos o acurrucarse y leer historias con su hija. Como resultado, obtuvo el tiempo de calidad que ella quería, sin importar lo que sucediera durante el resto de su jornada.
Una vez que me di cuenta del potencial que tienen esas primeras horas del día, comencé a notar y analizar las rutinas de la mañana en los horarios de muchas personas exitosas. Es un gran momento para cualquier cosa que sea importante, que la vida tenga una manera de desplazar el ajetreo y permita compartir más con la familia. Como el ejercicio. Como me dijo una vez un atleta, siempre habrá una razón para saltear una rutina de 4 de la tarde, y también será un buen motivo. Hay menos razones para cancelar un entrenamiento de 5:30 de la mañana. Es conveniente: ¡solo tienes que ducharte una vez! También es más probable que lo habitúes. Un estudio de los datos del rastreador de aptitud encontró que las personas que hacen ejercicio consistentemente son más propensas a realizar esta actividad física por la mañana. La gente tiende a seguir rutinas en las primeras horas del día, se despiertan al mismo tiempo y se van al trabajo al mismo tiempo, de modo que si programas el ejercicio en tu rutina matutina, sucederá.
Las mañanas también son excelentes horas para el pensamiento centrado. Tal vez manejas a muchas personas en tu vida diaria y quieres estar disponible para todos ellos, pero también tienes otras cosas que debes lograr. Levántate una hora antes de lo normal y podrás eliminar la mayoría de tu tarea más importante del día. Luego puedes relajarte cuando tus empleados presenten preguntas e inquietudes. Ya no intentas regresar a lo que estabas haciendo antes de que te interrumpan.
O puedes utilizar este momento para aprovechar esos impulsos creativos que son difíciles de cultivar cuando los trabajos, los niños, tu cónyuge y las facturas claman por tu atención. Levántate una hora antes y escribe 500 palabras, cuatro días a la semana, y lograrás escribir una novela en menos de un año.
El tiempo está allí, pero cuando sugiero que las personas se levanten antes de lo necesario, sé lo que muchos exclamarán: ¡No soy una persona madrugadora! Es cierto que algunas personas funcionan mejor por la noche, pero no tanto como reclaman el estado de un búho nocturno. Aquí te mostramos cómo saber si eres una verdadera persona de la noche: ¿estás escribiendo la gran novela estadounidense de noche? ¿Te estás planteando y ejecutando tus mejores ideas de negocios a las 11 de la noche? Si es así, genial, te felicito. Pero cuando la mayoría de la gente mira honestamente cómo pasan las horas antes de acostarse, la respuesta es que hay mucha televisión que no querían ver, desplazándose a través de fotos en las redes sociales de personas que no les gustaban en la escuela secundaria de todos modos y dando vueltas por la casa, sin hacer nada productivo.
Un mejor enfoque es interrumpir los ejercicios, irse a la cama más temprano, despertarse antes y convertir las improductivas horas de la tarde en productivas horas de la mañana.
Sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Puede ayudar establecer un sistema de recompensa mientras construyes el hábito: un buen café con crema real, por ejemplo, o 10 minutos leyendo algo inspirador antes de ir a correr. También sé que algunas fases de la vida no se prestan a todo tipo de productividad matutina. A mi niño le gusta hacer grandes cosas antes del desayuno, pero desafortunadamente no puede hacerlo solo. Así que uno de nosotros está con él todos los días alrededor de las 5:30 de la mañana, lo que significa que no todas las mañanas están disponibles para pasar tiempo de calidad en la cinta de la caminadora.
Pero los niños crecen, y hasta entonces hay un buen tiempo de la mañana con él. En definitiva, aprovechar al máximo las primeras horas del día se trata de reconocer que marcan la pauta durante todo la jornada. Un triunfo anotado antes crea impulso. El impulso crea resultados. Eso definitivamente vale la pena para despertar antes.
Vía | Time
