Cómo evitar la MULTITAREA para ser más PRODUCTIVO

La multitarea es un problema. Disminuye tu enfoque y tu atención, por lo que incluso las tareas más fáciles se vuelven mucho más difíciles y tardan más tiempo en completarse.

Los estudios han demostrado que si bien piensas que eres multitarea, de hecho estás cambiando de labor, lo que significa que tu atención está variando entre dos o más trabajos y eso agota los recursos de energía que tienes para hacer tu actividad laboral.

Esta es la razón por la cual, aunque hayas realizado poca o ninguna actividad física, llegas a casa al final del día sintiéndote agotado y sin ganas de hacer nada.

Hoy se espera que trabajemos en entornos altamente disruptivos. Nos sentamos en nuestros escritorios, encendemos nuestra computadora e inmediatamente recibimos cientos de correos electrónicos que compiten por nuestra atención.

Nuestros teléfonos emiten pitidos y lanzan nuevas alertas a mensajes, me gusta y comentarios, y nuestros colegas se quejan de que la última iniciativa de la compañía está diseñada para que hagamos más trabajo y pasemos menos tiempo en casa. Todas estas distracciones nos llevan a realizar tareas múltiples donde nuestra atención está cambiando entre una situación y la siguiente.

¿Qué podemos hacer al respecto? Sabemos que no es una buena manera de hacer un trabajo de calidad, pero las demandas de atención persisten y en lugar de disminuir, es probable que aumenten con el paso de los años.

Aquí hay algunas estrategias sobre cómo detener la multitarea para que puedas obtener una mejor calidad y más trabajo realizado en el tiempo que tienes cada día de labores:

1. Descansa lo suficiente

Cuando estás cansado, tu cerebro tiene menos fuerza para resistir incluso al más pequeño buscador de atención. Esta es la razón por la cual cuando descubres que tu mente vagabundea, es una señal de que tu cerebro está cansado y es momento de tomar una pausa.

Esto no solo significa tomar descansos durante el día, también significa asegurarte de dormir lo suficiente todas las noches.

Cuando estás bien descansado y tomas recesos cortos y regulares durante el día, tu cerebro está completamente reabastecido y listo para enfocarse en el trabajo que es importante.

2. Planifica tu día

Cuando no tienes un plan para el día, éste irá creando un programa para ti. Cuando permites que las influencias externas tomen el control de tu jornada, es muy difícil no ser arrastrado en todas las direcciones.

Por el contrario, si tienes un plan para tu jornada diaria, cuando llegas al trabajo, tu cerebro sabe exactamente qué es lo que quieres lograr y se habrá preparado subconscientemente para un período sostenido de tareas completamente concentrado en tus labores.

Tu resistencia a las distracciones y otros trabajos será alta y te enfocarás mucho mejor en la tarea que necesitas hacer.

3. Remueve todo lo que hay sobre tu escritorio y pantalla excepto con lo que estás trabajando

Aprendí esto hace mucho tiempo. En mi puesto anterior, trabajé en un bufete de abogados y tenía archivos de casos para tratar. Si tuviera más de un archivo de caso en mi escritorio al mismo tiempo, encontraría que mis ojos vagaban por los otros registros cuando tenía algo difícil de hacer.

Me encontraba buscando algo más fácil. Esto significaba que a menudo estaba trabajando en tres o cuatro casos a la vez y eso siempre conducía a errores y a una finalización más lenta.

Ahora, cuando estoy trabajando en algo, me pongo en modo de pantalla completa, donde todo lo que puedo ver es la tarea en la que estoy concentrado en este momento.

4. Cuando estés en tu escritorio, has el trabajo

Somos criaturas de costumbre. Si hacemos nuestras compras en línea y vemos las noticias en nuestros escritorios, así como nuestro trabajo, siempre tendremos la tentación de hacer cosas que no deberíamos estar realizando en ese momento.

Haz tus compras en línea desde otro lugar (tu casa o desde tu teléfono cuando tengas un descanso) y solo realiza tu trabajo cuando estés sentado en tu escritorio. Esto condiciona tu cerebro para enfocarte en tus tareas y no en otras distracciones.

5. Aprende a decir que no

Cada vez que escuchas la frase «aprende a decir no», no significa ser grosero con todos. Lo que conlleva a la demora diciendo que sí.

La mayoría de los problemas ocurren cuando decimos «sí» inmediatamente. Entonces tenemos que gastar una cantidad desorbitada de energía pensando en maneras de salir del compromiso que hicimos.

Al decir «déjame pensarlo» o «puedo hacerte saber más tarde» te da tiempo para evaluar la oferta y te permite volver más rápido a lo que estabas haciendo.

6. Desactiva las notificaciones en tu computadora

La mayoría de nosotros, todavía usamos computadoras para hacer nuestro trabajo. Cuando tienes ventanas emergentes de alerta de correo electrónico y otras notificaciones activadas, te distraerás sin importar qué tan fuerte te sientas.

Desactívalos y programa la revisión del correo electrónico para las horas libres, fuera de tu trabajo enfocado. Hacer esto te dará una gran cantidad de tiempo porque podrás permanecer concentrado en la tarea que tienes enfrente.

7. Encuentra un lugar tranquilo para hacer tu trabajo más importante

La mayoría de los lugares de trabajo tienen salas de reuniones que están vacías. Si tienes tareas importantes que hacer, pregunta si puedes usar una de esas habitaciones y realizar tu labor allí.

Puedes cerrar la puerta, ponerte los auriculares y concentrarte en lo que es importante. Esta es una gran manera de eliminar todas las otras tareas, no urgentes, que requieren tu atención, y solo enfocarte en una sola pieza de trabajo.

Solo centrándote serás más productivo

Centrarte en una pieza de trabajo a la vez puede ser difícil, pero los beneficios de la cantidad de labores que realizas hacen que valga la pena. Cometerás menos errores, harás más cosas y te sentirás mucho menos cansado al final del día.

Has una lista de las cuatro o cinco cosas que deseas hacer al día siguiente cuando comiences la jornada y antes de terminar tu trabajo, inicia en la parte superior del listado con el primer elemento.

No empieces nada hasta que hayas terminado el primer punto y luego pasa al segundo. Este truco te ayudará a ser mucho más productivo.

Vía | Life Hack