Si hay una cosa que me gustaría que dejaras después de leer este artículo, es la comprensión de que tienes el poder de experimentar cualquier desafío en tu vida como una oportunidad positiva y de crecimiento. Ten en cuenta que no dije algunos desafíos. Dije cualquier desafío. Y la forma en que finalmente experimentas estos retos es a través del proceso de pensamiento.
Me encanta la frase, «Lo que piensas es lo que obtienes». Y cuando al fin aprendí cuán importante era esa frase, mi vida comenzó a transformarse dramáticamente para bien.
Si esperas prevalecer en tiempos difíciles, debes comprender que es tu percepción actual de la situación lo que te da esperanza o te hace querer renunciar a una causa perdida. Si siempre estás pensando en cómo no puedes obtener una sacudida justa, entonces te sentirás miserable en todo momento. Es como el dicho: «La miseria ama tu compañía».
Ser miserable no atrae exactamente cosas buenas, ¿verdad? Si quieres cambiar tu vida para mejor, comienza modificando conscientemente lo que piensas y lo que dices.
En cada situación (especialmente en tiempos difíciles), la vida siempre te está haciendo esta pregunta: «¿Quién crees que eres?» La respuesta en un momento dado es quién y en qué te convertirás. Esta inquietud profunda no solo determinará cómo te tratas a ti mismo, sino también cómo te tratan los demás.
Entonces, cuando te enfrentas a una situación desafiante o cuando pasas por momentos difíciles y tienes que tomar una decisión, recuerda lo que la vida siempre te está pidiendo. «¿Quién crees que eres?» En ese momento, entrarás en un estado de conciencia. No es la conciencia de una situación desafortunada o estresante. Es aquella que te indica que tal vez no te sientas bien, que hay una presión emocional en tu mundo.
También es la percepción de que en este estado de conciencia, tienes la opción de lidiar con esa situación y cómo responder. La mayoría de las personas pasan por el curso de sus vidas sin saber que sus pensamientos y emociones negativas están guiando el rumbo de su condición.
Independientemente de los desafíos que enfrentas, cualesquiera que sean tus deseos, ya sea respeto, apreciación, éxito, felicidad o amor, todo se reduce a cómo te evalúas en cualquier situación. El resultado está determinado por la respuesta que le des a la pregunta: ¿quién crees que eres? Cuando una conclusión favorable parece ser imposible, recuerda cambiar tu punto de vista a una forma productiva de pensar. Cualquier otra cosa es solo un peligro para ti.
Debes saber que hay algo más grande en ti y que puedes enfrentar cualquier desafío de frente. Dilo en voz alta: «¡Soy más grande que cualquier desafío!» Pregúntate: «¿Cuáles son mis opciones aquí?» «¿Cuáles serán las consecuencias si respondo a esta situación con ira o miedo?» «¿Cómo puedo cambiar esto? ¿Sería ventajoso para todos los involucrados? » «¿Cuáles serán las consecuencias a corto y largo plazo con esta decisión que estoy a punto de tomar? «» ¿Cómo afectará a mi familia, amigos y socios comerciales? «»¿Qué puedo aprender de esto?»
Cuando esta simple estrategia se convierta en un hábito, llegarás a saber que ninguna situación, circunstancia o persona puede quitarte tu poder, a menos que tú lo permitas.
El camino hacia una vida exitosa y más feliz es más una decisión emocional que un cambio en las circunstancias. En otras palabras, debes tomar la determinación de cambiar la manera en que piensas y en lo que te estás enfocando diariamente. Cuando decidas pasar más tiempo y energía viendo la vida a través de los ojos del amor, la esperanza y el optimismo, y menos horas tratando de descubrir por qué eres tan infeliz, experimentarás una maravillosa transformación dentro y fuera de ti.
En realidad, puedes ponerte a la vanguardia y dirigir el curso de tu vida simplemente al darte cuenta no solo del daño que puedes crear, sino también de la magia que puedes generar, en cualquier momento dado. Todo depende de quién creas que eres.
Vía | Success