Otra reunión esta programada en el trabajo, y tu te sientes anonadado.
Como muchos profesionales, probablemente más de los que crees, las juntas no son un ambiente cómodo para ti. Es probable que seas tímido, introvertido o que genuinamente disfrutes escuchar las ideas de otros. Quizás, es importante para ti mostrar respeto al adherirte a los líderes de la mesa.
Los factores circunstanciales también pueden jugar un papel. Ciertos compañeros de trabajo puede dominar la discusión, sin permitirte la oportunidad de hablar.
Cualquiera que sea el caso, sentarse congelado durante otra reunión puede ser un sentimiento terrible. Hasta ahora puedes haber dado por hecho que sentirse cohibido en las juntas es parte del trabajo. Probablemente te preguntas si es realmente necesario todo el esfuerzo para dar tu opinión, especialmente si no es algo natural en ti.
Incrementar tu visibilidad en el trabajo es esencial si quieres que tu carrera evolucione y crezca. Trabajas duro y tienes grandes ideas para contribuir, deberías estar causando un impacto y obteniendo el reconocimiento que mereces.
Si quieres salir adelante, entonces es importante que tu voz sea escuchada. Dentro de ti está el poder para tomar el control y abandonar el hábito de permanecer en silencio por el de dar tu opinión.
Aquí hay algunas estrategias muy simples que puedes implementar con seguridad en tu siguiente reunión. Con un poco de práctica, finalmente te sentirás como el miembro integral del grupo que siempre has sido.
Tabla de contenido
1. Disipa los nervios por la reunión
Tus manos están sudorosas. Tu estomago da volteretas. De repente empiezas a preguntarte si escribiste bien el nombre de tu cliente en la agenda. Estos son ansiedades comunes antes de las reuniones. Es normal experimentar estrés anticipado cuando sientes que tu inteligencia o tus contribuciones están siendo evaluadas.
En lugar de poner en duda tus nervios como un signo de que no eres el apropiado o en otras palabras no estás listo para sacar adelante la labor, el psicólogo de Standford Kelly McGonigal sugiere que te hagas amigo de tu respuesta al estrés, entiéndela como un signo de que estás listo para la acción y preparado para brindar lo mejor de ti en la mesa (conferencia).
2. Descansa
Puede ser tentador llegar después de que la reunión empiece para aparecer rápido y evitar las molestas pequeñas charlas. Pero si te sientes apurado o corto de tiempo, eso solo incrementará el estrés que ya sientes durante las juntas.
En lugar de esto, construye en un amortiguador y planea sentarte antes de que las cosas hayan empezado. Date la oportunidad de sentirte cómodo en el espacio físico de la reunión. Si es una conferencia virtual, acomódate en los controles, el micrófono y la cámara antes de tiempo.
A medida que tus colegas lleguen, enfócate en conversar con una o dos personas a la vez en donde ambos se sientan socialmente llenos y menos abrumados. Tu también tendrás desde ya dentro a algunos tipos hasta que la reunión empiece y la conversación se torne hacia los puntos de la agenda. Esto te puede ayudar a calmar la ansiedad y dar tu opinión por la duración de la sesión sin interrupciones.
3. Comprométete a hablar a primera hora
¿Alguna vez has llegado a una reunión con ideas y un plan sobre lo que vas a decir, y luego notas que en todo el tiempo no dijiste nada? Mientras no estés solo, permanecer callado es menospreciarse. Por lo general es más difícil entrar en la conversación a medida que esta avanza. Entre más esperes, mayor ansiedad tendrás.
Crecer a veces requiere desacomodarte, así que presiónate para hablar a primera hora. Establece una estrategia simple para decir algo en los primeros 10 o 15 minutos de la sesión, recibir asistentes, presentar argumentos principales, preguntar u ofrecer una opinión frente a una nueva propuesta de negocio. Es una forma infalible de asegurar tu contribución.
4. Usa tus fortalezas cuando digas lo que piensas
No tienes que ser el más ruidoso de la sala. Incluso si tienes una voz suave puedes causar impacto al apoyar el comentario de un colega con un simple “¡gran idea! puedo ver que está funcionando realmente bien”
También puedes enfocarte en formular preguntas poderosas. Especialmente si te consideras introvertido, es probable que seas muy observador lo que te da una ventaja a la hora de plantear preguntas que dan que pensar y ni siquiera han pasado por la mente de tus colegas.
Otra forma poderosa de incrementar tu impacto y visibilidad incluso después de envolverse en la reunión es mediante correos de seguimiento a tu jefe que resuman los puntos claves alcanzados, o aún mejor, ofreciendo una propuesta nueva de proyecto desatada desde la conversación. Construirás una reputación como alguien que hace contribuciones útiles y vendrás a la mente de todos cuando piensen en ascensos. Más importante que lo anterior, será la autoconfianza que ganarás.
5. Se él que toma acciones en los siguientes pasos
¿Apareció algo en la reunión que necesitaba más investigación? Comprométete a hacer algo sobre esto para la siguiente reunión. Esto mostrará que tienes iniciativa y estás interesado en tu organización.
Ese es un gran ejemplo de emplear un recurso de compromiso por anticipado, un hábito y técnica de formación que puedes usar para impulsarte a los comportamientos que deseas. Tu te has comprometido contigo mismo – ahora estarás más motivado y propenso a seguir.
6. Cambia tus creencias sobre contribuir
Los instintos de liderazgo de muchas personas probablemente no han madurado en su totalidad en la infancia, y las inseguridades subconscientes pueden filtrarse en el comportamiento y verse cuando es tiempo de dar una opinión. Entonces, ¿cómo superas viejos y anticuados libretos que te retienen para no sentirte seguro sobre hablar en público? Esto requiere sumergirse profundamente en tus suposiciones sobre autoestima y decir lo que piensas.
Mientras crecías, ¿qué te decían sobre destacarse? Recibiste un mensaje de tus padres, maestros y comunidad de que podías ser lo que quisieras, o ¿internalizaste conceptos como “la gente no quiere a los que sobresalen”? Si encuentras que estás devastado por retroalimentaciones negativas reales o imaginarias debes expresar tus ideas, considerar que probablemente estás atrapado en una identidad inmadura en donde tu autoestima dependía de la opinión de otros (especialmente de las figuras de autoridad).
Cuando no encuentres el punto de lo que haces busca pensamientos aparentemente inofensivos y agradece a tu sentido crítico interior por mantenerte protegido. El miedo puede indicar que estás diciendo algo importante. Apodérate del momento. Para de jugar en pequeño. Recuerda, eres parte de tu organización porque estás calificado, eres efectivo e importas.
Tienes mucho para ofrecer, ahora es tiempo de dejar que todos lo sepan.
Por Melody Wilding