11 maneras de fomentar y potenciar tu DISCIPLINA

Mucha gente se pregunta cómo logro permanecer tan disciplinada. Ellos piensan que mi vida debe ser muy dura porque siempre he seguido un horario estricto, desde cuando estaba entrenando para ser una atleta olímpica hasta ahora, ya que he cofundado Onbotraining, un servicio de coaching en línea que ayuda a las personas a alcanzar sus metas.

Pero no lo veo así porque amo lo que hago. Mi viaje a los Juegos Olímpicos me mostró lo que se necesita para convertirse en experto en algo, y no me importa repetir ese viaje en mi vida profesional. Nunca me he ocupado de esa lucha porque sé que me ofrece la oportunidad de alcanzar mis metas.

Trabajé a tiempo completo mientras entrenaba todo el día para los Juegos Olímpicos de Beijing. No soy una excepción en el mundo de los atletas de élite, muchos se apoyan con carreras de alto nivel dual y viven sus sueños alcanzando sus metas olímpicas. Empujan sus capacidades a sus límites y disfrutan de vidas llenas de propósito.

Estos atletas saben cómo funciona la disciplina, cómo demuestras que estás en control de tu vida. Es el camino para conseguir lo que quieres.

Entonces, ¿cómo mantener la disciplina? Al combinar un programa automatizado del cerebro, hacer lo que sea necesario hacer, con un increíble compromiso con tu objetivo.

Cada vez es más difícil ser disciplinado en una sociedad que premia la gratificación instantánea. Estamos más preocupados por sentirnos bien todo el tiempo, así que buscamos placeres inmediatos, ya sea un coche nuevo, un viaje exótico o un nuevo socio. Nuestros objetivos a largo plazo ya no son tan importantes. Nos sentimos cómodos y esperamos un evento especial para dar a nuestras vidas significado, felicidad y éxito.

Disciplina es la diferencia entre estar en control de tu futuro y dejar que tu entorno dicte tu destino.

Disciplina significa libertad y felicidad. Te da la habilidad de hacer lo que quieres porque sabes que puedes aprender cómo lograr cualquier sueño que fijas en tu mente. La disciplina te enseña cómo controlar tus pensamientos y cómo ser feliz en cualquier situación, visualizar emociones positivas y desencadenar un estado de ánimo optimista. La disciplina fortalece la confianza en uno mismo, la fuerza mental y física, y te inspira a crecer como ser humano. Con el crecimiento viene la capacidad de disfrutar de la vida en formas más profundas y más significativas.

Cualquier persona puede desarrollar disciplina. Es una habilidad y no es complicado, sólo tienes que entrenarte para ello.

Así es cómo:

1. Establece grandes objetivos

Cuando te desafías a alcanzar metas más grandes, realmente te dedicas a ello. Cuanto más tiempo pasas en ello, más difícil es que dejes todo a un lado. Una vez que has pasado por tantos momentos de sudor, tiempo y esfuerzo en ello, si paras, te sentirás mal. Cuanto más grande es el objetivo, más apasionante se vuelve.

2. Establece metas claras

Define claramente lo que tu meta significa para ti y lo que harás específicamente para lograrlo. Si fijas una meta para vivir más sano, por ejemplo, ¿vas a trabajar en ello cada día? ¿A qué hora y por cuánto tiempo? ¿Vas a comer sano? Si no hay una meta clara, no hay oportunidad de crear los pasos específicos que necesitas desarrollar para lograrlo.

3. Saber que cada día importa

Cuando te levantas por la mañana, ¿sabes lo que quieres lograr ese día? Cada meta, cada prioridad que has fijado tiene que ser hecha, cumplirlas o no determinará si tu sueño vive o muere. Los atletas saben que si se saltan incluso una sesión de entrenamiento, ya están en desventaja; saben que perderán una competencia que todavía está a tres meses si no hacen lo que dijeron, si no siguen con su plan, si no son disciplinados.

4. No discutas con el plan

Si quieres ir a los Juegos Olímpicos, cada sesión de entrenamiento importa; no hay una que sea menos importante que otra. Es lo mismo con todo lo demás en tu vida. Cuando comienzas el proceso, no puedes cuestionarlo, no puedes vacilar, no puedes retroceder; tienes que trabajar duro todos los días para alcanzar tu sueño, con toda la fuerza.

5. Construye tu mentalidad

Construir la mentalidad de “voy a hacerlo sin importar qué”, hará que logres lo que te has propuesto. Tienes que crear presión para ti mismo, de lo contrario nada lo hará. Hay un buen estrés y un mal estrés, y hay que asegurarse de que estás operando bajo un buen estrés: mariposas en el estómago, una adrenalina manejable que te estimula.

6. Planifica una rutina

Debes crear una rutina que se convierta en tu segunda naturaleza, automática y normal. Los atletas, por ejemplo, saben a qué horas entrenan, cuándo romper para el almuerzo, la hora de la cena, y cuándo descansar. En la formación, saben que tienen que hacer un calentamiento, entrenamiento principal, y enfriamiento y recuperación. Esa rutina se convierte en su segunda naturaleza, la disciplina les prepara para ganar. La planificación de tu propia rutina y la adhesión a ella es vital, esta llegará a convertirse en automática, y puede prepararte para el éxito también.

7. Comprometerte

La disciplina me fue inculcada por mi madre. Cuando le preguntaba si podía comenzar clases de arte, de baile o de voleibol, me decía: «Ten cuidado al elegir dónde pasarás tu tiempo porque no lo podrás dejar en cualquier momento. Tendrás que seguir adelante hasta el final, y hacerlo bien”. Así que realmente pensé si sería capaz de comprometerme con algo durante mucho tiempo. Y cuando escogí la única cosa que quería hacer, me hizo querer averiguar cómo seguir mejorando, me hizo querer hacerlo con todas mis fuerzas.

8. Entender el proceso de transformación

Tu cuerpo y tu cerebro harán todo lo posible para resistirse al cambio y al crecimiento. Necesitas saber que es natural sentirse perezoso e indisciplinado, pero también necesitas saber que tienes todo el poder para combatirlo. Comienza con tus pensamientos.

9. Ir por encima de los sentimientos

La parte más difícil de la disciplina es mantener las acciones necesarias para lograr tu sueño o estado de felicidad. Requiere un trabajo duro constante y luchar contra la comodidad y los placeres instantáneos. Para hacerlo, tienes que separarte de los sentimientos que te detienen, como la fatiga, la pereza o la autocompasión. Tienes que ir por encima de ellos, incluso si tus sentimientos te dicen que estás cansado, estresado y solo en esta lucha. La disciplina es el entrenamiento directo de un luchador.

10. Resiste al cerebro

Todas las personas son perezosas, incluso los empresarios más exitosos, los atletas más logrados y los actores más talentosos. Pero no es simplemente la pereza, sino que tu cerebro ahorra energía. Cualquier movimiento toma energía, y el cerebro está haciendo todo lo posible para impedir que se mueva, enviando señales sobre el cuerpo de lo difícil que es moverse y los pensamientos de miedo acerca de cómo sería si no lo hicieras. Pero puedes engañar a tu cerebro: Imagina que tu cuerpo es una hermosa máquina y la estás operando como una fuerza superior desde arriba. Juega como en un juego de computadora. Tu eres el que le ordena a tu cuerpo cómo realizar sus tareas.

11. Encontrar placer en el trabajo duro

Mueve tu enfoque al proceso y concéntrate en hacer que el trabajo se haga más rápido y mejor cada vez. La velocidad es importante; tienes que moverte rápidamente para alcanzar la perfección en un período de tiempo determinado.

La mayoría de las personas abandona demasiado pronto. El éxito tiene que ver con la persistencia, y la disciplina es lo que te lleva a tu destino final: la realización de tu sueño. Cuanto más aprendas sobre tu oficio y tus capacidades, cuando empieces a verte a ti mismo mejorando tus resultados tendrás hambre de lograr más. La auto-mejora es una droga increíble.

Amo la disciplina porque es una fuente de poder. Es un motor que nos ayuda a comprender y explorar nuestras capacidades y oportunidades de vida. La disciplina no es aburrida; es la libertad de poner toda nuestra energía en la creación de algo significativo y hermoso.

Depende de nosotros elegir la vida con disciplina o sin ella, con un objetivo o sin el, con un sueño o sin uno.

Vía | Success