Es fácil mirar a las habilidades y talentos de los otros –como Einsten, Oprah, Bruce Lee, Mozart- y atribuir esos rasgos a la genética, factores sociales y económicos, entre otros. Sin embargo las investigaciones científicas recientes han mostrado que no son estos factores enunciados, ni siquiera tener el “talento” o dedicar horas y horas de práctica a una actividad lo que lleva a la maestría en la misma.
Todos nosotros podemos alcanzar el dominio o maestría en una actividad determinada en un alto nivel, por medio de un sistema de dura disciplina y algo llamado “practica deliberada”, un proceso mediante el cual entendemos nuestras debilidades y entonces hacemos considerables esfuerzos para obtener las habilidades de las que carecemos.
Para mejorar en algo debemos ir fuerza de nuestra zona de confort. Cuando tú pones esfuerzo sostenido para mejorar tus habilidades y superar tus debilidades, entonces en cuando creces. Esta es la lógica que hay detrás de la práctica deliberada, una herramienta con sustento científico descubierta por el investigador Anders Ericsson.
Durante los últimos 30 años, Anders Ericsson ha estudiado las habilidades y la forma de dominarlas. Su investigación ha mostrado que la forma en que practicas es mucho más importante que la cantidad de tu práctica. Los expertos se convierten en grandes maestros al mirar a sus debilidades y tratar de superarlas. Muchas personas se enfocan solamente en practicar esas actividades que pueden hacer sin esfuerzo, pero esto nunca lleva al mejoramiento. Trabajar duro en algo solo por trabajar duro solo te llevara al cansancio. Trabajar duro con el propósito de mejorar es el secreto del éxito.
Otro factor importante de la práctica deliberada es la constante retroalimentación. Debes monitorear tu progreso para hacer ajustes. Sin retroalimentación tú no sabrás cuándo y cómo estás mejorando. Busca a otros en tu campo y pídeles que te den su opinión sobre lo que haces.
Otro factor importante para el dominio de una habilidad es medir el progreso de la actividad que se está realizando. En la medida en que establezcas metas concretas de mejoría, podrás saber cuánto estás avanzando.
Del mismo modo que los grandes maestros de las artes marciales, del deporte, de la ciencia y los negocios, han mejorado hasta llegar a dominar una habilidad de manera completa, tú también puedes hacer lo mismo si sigues las reglas del juego y las aplicas en tu propia vida con estos cinco sencillos pasos:
1. Identifica tus objetivos y escríbelos. La investigación científica muestra que escribir tus objetivos te ayudará a cumplir con al menos el 33% de los mismos.
2. identifica tus puntos más débiles y qué es aquello que te está impidiendo alcanzar tus objetivos.
3. Deliberadamente, esto quiere decir a propósito y de manera consciente, trabaja en tus puntos débiles para mejorar tus habilidades.
4. Busca consejo y retroalimentación de otros, especialmente de expertos que hayan trabajado o estén trabajando en la habilidad que deseas mejorar.
5. Empújate a ti mismo a trabajar en la habilidad, a mostrarte ante otros haciéndola, y hazlo una y otra vez.
Nadie nació siendo un experto. Así como los grandes jugadores de la NBA, los grandes músicos, que han usado la ‘práctica deliberada’ y se han convertido en maestros de su campo, tú también puedes en el camino de la experticia. Está en tus manos hacerlo!
Fuente: 5 Deliberate Steps to Master a Skill (Success)