No hay manera de evitarlo: el fracaso no es divertido. También es una parte importante de la vida como empresario. Los empresarios exitosos desde Bill Gates hasta Vera Wang han tenido fracasos colosales bajo sus cinturones.
Incluso argumentaría que si un empresario nunca ha experimentado un fracaso, él o ella no están tomando los riesgos suficientes. Afortunadamente, esta desagradable experiencia no es inútil. Especialmente en los negocios, los fracasos se pueden utilizar para tu ventaja, pero sólo si aprendes a recuperarte de ellos con eficacia.
He experimentado mi parte justa de fracasos. Un ejemplo es Zeadoo, una página web de inicio personalizada. Todavía está disponible hoy en día, pero es un fracaso ya que en su momento carecíamos de la estrategia adecuada para apoyarla, y un método para monetizarla. Esta experiencia, y otras, han contribuido a mi comprensión del fracaso y cómo recuperarme de él. Éstos son algunos consejos para volver a ponerte en pie después de un fracaso en tu idea de negocio.
Tabla de contenido
1. Reconoce y admite tu fracaso
Esta es la parte más difícil de recuperarse del fracaso, pero también la más importante. Choque y negación son sentimientos normales, especialmente si realmente se invirtió en el proyecto. Puede ser un desafío muy grande navegar a través de esas emociones potentes al tratar de identificar un fracaso.
Recuerda que, como propietario de un negocio, podrías estar demasiado cerca para ver la situación claramente. Escucha a tus socios, empleados y amigos. A veces reconocerán cuándo es el momento de reducir las pérdidas mucho antes de hacerlo. Solamente identificando y aceptando un fracaso puedes moverte.
2. Practica el autocuidado
El fracaso es una experiencia emocional. El choque y la negación pueden ser seguidos de decepciones e incluso cambios físicos dramáticos, como una disminución de la serotonina.
Permítete sentir eso, y luego superarlo. No te revuelques, pero tampoco niegues las consecuencias emocionales del fracaso.
El fracaso nos hace sentir débiles e indignos. Esto a su vez reduce nuestra motivación para volver a intentarlo. Para combatir esto, debemos nutrir nuestras habilidades inherentes. Recuerda lo que es bueno y rodeate de inspiración.
3. Identifica por qué tu negocio fracasó
Después de hacer frente a las emociones iniciales asociadas con el fracaso y encontrarte en terreno sólido otra vez, el verdadero trabajo comienza. Analiza lo que salió mal con tu idea de negocio fallida y por qué tus esfuerzos no tuvieron éxito es la parte más productiva y fructífera de un fracaso. Sin entender exactamente por qué fracasaste, no puedes usar ese fracaso para informar las decisiones futuras.
Zeadoo me enseñó lecciones de negocios importantes sobre la estrategia de ganancias, pero los fracasos también pueden enseñarte lecciones cruciales sobre tu personalidad como empresario. Por ejemplo, el vicepresidente de Elance-oDesk, Matt Cooper, aprendió de su primera aventura fallida que él tiene una tendencia a moverse demasiado rápido con las ideas de negocios. Sabiendo esto, estableció plazos claros para él mismo con las futuras startups para asegurarse de que se estaba moviendo a un ritmo sostenible.
4. Redefine el éxito
Después de volver a examinar tu fracaso con cabeza clara, es hora de dejarlo atrás. Lleva la lección contigo, pero redefine lo que significa ser exitoso.
Elige un nuevo proyecto. Participa en algo que te apasione. La creación de nuevas metas te excitará y te dará la oportunidad de aplicar lo que has aprendido de tu empresa fallida.
5. Mantente alerta
Las fallas pueden hacernos más reacios al riesgo o disminuir nuestra confianza en nosotros mismos, incluso después de pensar que estamos completamente recuperados.
Cuando inicia un nuevo proyecto después de experimentar un error, es importante supervisar tu comportamiento. ¿Estás evitando riesgos o siendo particularmente duro contigo mismo? Estos hábitos podrían retenerte. Se consciente de las maneras en que un fracaso pasado podría estar afectando tu productividad. Identifica estos malos hábitos y corrigelos.
Como la CEO Allison O’Kelly escribe, «La victoria es una cuestión de reconocer el fracaso, ajustar el rumbo para moverte a través de él, y salir por el otro lado un poco más fuerte y mucho más sabio”. Con estos consejos, puede convertir tu fracaso en un trampolín que te puede conducir al éxito.
Vía | Success