De todas las empresas fundadas cada año, sólo una fracción sobrevive. Incluso un porcentaje menor logran llegar a los cinco años. Claramente, la construcción de una empresa no es una tarea fácil.
Como jóvenes emprendedores, tal vez la mayor ventaja que tenemos es un sentimiento irracional de ingenuidad que nos lleva a precipitarnos hacia el «campo de batalla» y tratar de interrumpir todas las formas de orden. Compensamos la experiencia con la impulsividad, el ajetreo, y el alcohol.
Si la realidad fuera tan romántica.
Aunque hay ventajas tangibles de ser un novato en el mundo del emprendimiento, las desventajas que aparecen son bastante desalentadoras. Como la mayoría de las cosas en la vida, la experiencia desempeña un papel importante en dictar el éxito de tu empresa. En un estudio sobre la suerte frente a la habilidad, los investigadores de Harvard revelaron que los emprendedores con varios éxitos (o incluso sin éxito) tienen más probabilidades de tener éxito que los fundadores novatos.
Aunque he construido una empresa en la que he cometido muchos errores, solamente tengo 19 años y tengo mucho que mejorar. He pasado horas y horas escuchando y aprendiendo de algunos de los mejores fundadores, capitalistas de riesgo y operadores en mi mundo.
Si bien no hay receta prescriptiva que alguien puede seguir para construir una empresa exitosa, todavía puede ser increíblemente valioso aprender de los que han «estado allí y ya los han hecho», esto te ayudará a evitar los errores a menudo cometidos por los jóvenes emprendedores.
Aquí están cuatro errores comunes que los jóvenes emprendedores cometen frecuentemente:
Tabla de contenido
1. Esperan demasiado tiempo para lanzar
La ventaja competitiva más grande que una startup tiene en contra de las grandes corporaciones es la velocidad y la adaptabilidad. Lo que realmente significa que las pequeñas empresas pueden iterar más rápido y hacer cambios fundamentales a su producto sin necesidad de preocuparse de factores externos que una gran empresa si tendría que enfrentar.
Aunque este es un beneficio aparentemente enorme para comenzar pequeño, muchos fundadores a menudo toman su tiempo para perfeccionar su producto.
Paul Graham, inversionista y cofundador de YCombinator, comparte sus notas sobre esto, diciendo que «lo que probablemente más repito es esta receta para una puesta en marcha: obtén una versión 1 rápidamente, luego mejórala basándose en las reacciones de los usuarios. Con ‘liberación temprana’ no quiero decir que debas lanzar algo lleno de errores, pero si que debes lanzar algo mínimo».
Lo mejor es conseguir que tu producto vea la luz tan pronto como sea posible para que puedas comenzar a probar suposiciones antes de invertir tiempo y recursos en un producto defectuoso que nadie quiere.
2. Mantienen el control en cada paso del camino
Cada fundador quiere desempeñar un papel en todos los aspectos de su querida compañía, pero esto a menudo conduce a un fenómeno llamado micromanaging. Se deriva de un miedo irracional de renunciar al control. Estos patrones descuidan la contratación y el trabajo en equipo hasta que absolutamente se ven obligados a buscar ayuda, y al hacerlo, sacrifican cualquier probabilidad de igualar el desempeño general adecuado para la empresa.
Los emprendedores consagrados reconocen la importancia y la necesidad de contratar al equipo adecuado. Priorizan la creación de un equipo desde el primer día y lo incorporan en la cultura de su empresa. Tan pronto como te das cuenta de que puedes escalar y contratar empleados para hacer el trabajo en el que no eres bueno o que no te gusta, tu empresa comienza a crecer más rápido y tu vida se vuelve más fácil.
3. Recaudan demasiado dinero demasiado pronto
El dinero siempre está en la mente de un fundador, especialmente un joven que puede ser fácilmente abrumado por la cantidad de decisiones financieras importantes que los fundadores comienzan a hacer desde el principio.
Muchos de esos nervios llegan a buen término cuando los fundadores de la startup comienzan a recaudar dinero de inversionistas y empresas de capital de riesgo. Hay tantas preguntas: ¿Cuándo es el mejor momento para comenzar a recaudar dinero? ¿Cuánto dinero debería recaudar para mi semillero?
Un error grande que los fundadores no consideran temprano es el potencial de levantar demasiado dinero muy rápido.
Mark Suster, inversionista de Upfront Ventures y ex empresario, comparte este dilema: «Cada vez que pides dinero, te enfrentas a la posibilidad de sentirte literal y figurativamente como un fracaso». Diciendo que «las limitaciones pueden provocar la creatividad» y que estar corto de dinero en efectivo no siempre es una mala cosa.
4. Mantienen su idea en secreto
Lo último que querría hacer como fundador es construir algo que nadie realmente quiere usar. Lo mejor que puedes hacer para evitar esta calamidad es salir y hablar con los usuarios desde el primer día y escuchar su opinión en bruto sobre tu producto.
Muchos fundadores novatos hacen exactamente lo contrario y mantienen sus ideas en secreto. «Las startups furtivas», aunque son viables en algunos espacios competitivos, a menudo se hacen un flaco favor al no hablar con los clientes y no obtener retroalimentación desde el principio.
Justin Kan, el fundador de Justin.tv, Twitch, Exec, Socialcam, y ahora socio de YCombinator, trata de probar suposiciones rápidamente.
Al reflexionar sobre una de sus primeras compañías, Kan dijo: «Pensamos que en vez de hablar con los clientes y averiguar lo que les gustaba y no le gustaba de nuestro servicio actual, continuamos inventando nuevas características que pensábamos que podrían ser utilizadas aún más que nuestras características existentes”.
El proceso de Kan para construir empresas es simple y corta las distracciones:
- Paso uno: Reúne datos sobre los problemas del cliente.
- Paso dos: Forma una hipótesis sobre cómo arreglar ese problema y construye algo que pienses que lo soluciona.
- Paso tres: Prueba tu hipótesis dando lo que has construido a tus clientes potenciales y obteniendo retroalimentación.
Este marco simple es una gran manera de encontrar la validación real y construir algo que la gente realmente quiere.
– Jordan Gonen es un joven de 19 años que se especializa en crecimiento de producto.
Vía | Fortune