Cómo priorizar tu bienestar mental

El «poder del pensamiento positivo» es un concepto popular, y a veces puede parecer un pequeño cliché. Pero los beneficios físicos y mentales que te brindan han sido demostrados por múltiples estudios científicos, en los que se señala que puede darte más confianza, mejorar tu estado de ánimo e incluso reducir la probabilidad de desarrollar condiciones como hipertensión, depresión y otros trastornos relacionados con el estrés.

Todo esto suena muy bien, pero realmente ¿qué significa el “poder del pensamiento positivo”?

Puedes definir el pensamiento optimista como imaginario positivo, diálogo interno positivo u optimismo general, pero estos siguen siendo conceptos generales y ambiguos. Si quieres ser efectivo para pensar y ser más positivo, necesitarás ejemplos concretos para ayudarte en el proceso.

Aquí hay siete:

1. Comienza el día con una afirmación positiva

Cómo empiezas la mañana establece el tono para el resto del día. ¿Alguna vez te despertaste tarde, en pánico, y luego sentiste que nada bueno sucedió el resto del tiempo? Esto es probable porque comenzaste la jornada con una emoción negativa y una visión pesimista que influyó en cualquier otro evento que experimentaste. En lugar de dejar que esto te domine, comienza tu día con afirmaciones positivas. Háblate en el espejo, incluso si se sientes tonto, y di frases como «Hoy será un buen día» o quizás «Hoy seré maravilloso». Te sorprenderás de lo mucho que mejora tu ánimo.

2. Concéntrate en las cosas buenas, por pequeñas que sean

Casi invariablemente, te encontrarás con obstáculos durante todo el día; no existe una jornada que sea perfecta. Pero cuando te encuentres con un desafío así, concéntrate en los beneficios, sin importar cuán insignificantes parezcan. Por ejemplo, si te quedas atascado en el tráfico, piensa en cómo ahora tienes tiempo para escuchar el resto de tu podcast favorito. Si la tienda no tiene la comida que deseas preparar, piensa en la emoción de probar algo nuevo.

3. Encuentra el humor en las malas situaciones

Permítete experimentar el humor incluso en los momentos más oscuros o más difíciles. Recuérdate a ti mismo que esta situación probablemente sea una buena historia más adelante y que quizá puedas llegar a contar una broma al respecto. Por ejemplo, digamos que estás despedido; Imagina la forma más absurda en la que podrías pasar el último día, o el trabajo más ridículo que podrías realizar después, como el manipulador de canguro o el escultor de chicle.

4. Convierte las fallas en lecciones

Tú no eres perfecto. Vas a cometer errores y experimentar fallas en contextos múltiples, en varios trabajos y con diferentes personas. En lugar de enfocarte en cómo fallaste, piensa en lo que vas a hacer la próxima vez: convierte tu fracaso en una lección. Conceptualiza esto en reglas concretas. Por ejemplo, podrías obtener tres nuevas reglas para administrar proyectos como resultado.

5. Transforma la autoconversación negativa en una positiva

El diálogo interno negativo puede aparecer fácilmente, y a menudo es difícil de notar. Podrías pensar que “soy tan malo en esto” o “no debería haber intentado eso”. Pero estos pensamientos se convierten en sentimientos internalizados y pueden consolidar tus concepciones de ti mismo. Cuando te sorprendas haciéndolo, detente y reemplaza esos mensajes negativos por positivos. Por ejemplo, si el pensamiento es “yo soy tan malo en…” este se convierte en “una vez que tenga más práctica, voy a estar mucho mejor en…”. Cuando se trata de “No debería haber intentado…”, conviértelo en “Eso no funcionó como esperaba, tal vez lo planifique mejor la próxima vez”.

6. Enfócate en el presente

Estoy hablando del presente, no hoy, no esta hora, solo este momento exacto. Es posible que tu jefe te esté mordiendo, pero ¿qué está pasando en este momento tan malo? Olvida el comentario que hiciste hace cinco minutos. Olvida lo que podrías decir dentro de un momento. Concéntrate en este instante individual. En la mayoría de las situaciones, encontrarás que no es tan malo como imaginas. La mayoría de las fuentes de negatividad provienen del recuerdo de un evento reciente o de la imaginación exagerada de un posible suceso futuro. Quédate en el momento presente.

7. Encuentra amigos, mentores y compañeros de trabajo positivos

Cuando te rodees de personas positivas, escucharás puntos de vista con positivismo, historias de optimismo y afirmaciones positivas. Esas palabras se hundirán y afectarán tu propia línea de pensamiento, que luego afecta tus palabras y contribuyen de manera similar en el grupo. Encontrar personas optimistas para llenar tu vida puede ser difícil, pero debes eliminar la negatividad en tu entorno antes de que te consuma. Haz lo que puedas para mejorar la positividad de los demás y deja que tu espíritu positivo te afecte de la misma manera.

Casi cualquier persona en cualquier situación, puede aplicar estas lecciones a sus propias vidas y aumentar su actitud positiva. Como te puedes imaginar, el pensamiento positivo ofrece rendimientos compuestos, por lo que cuanto más lo practiques, mayores serán los beneficios que obtendrás.

Vía | Success

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