Un freelancer es alguien que gana dinero por su trabajo. Es la persona que cobra por hora o quizás por proyecto. Los freelancers escriben, diseñan, dan consultoría, asesoraran, preparan los impuestos y cuelgan el papel tapiz. Ser freelance es la forma más sencilla de comenzar un nuevo negocio.

Los emprendedores usan dinero (preferiblemente el dinero de otra persona) para construir un negocio más grande que ellos mismos. Los emprendedores ganan dinero cuando duermen. Los emprendedores se centran en el crecimiento y en la ampliación de los sistemas que construyen. Mientras más, mejor.

El objetivo de un freelancer es tener un trabajo estable sin jefe, hacer un gran trabajo, aumentar gradualmente la demanda para que su costo por hora suba y la calidad de los contratos también crezca.

El objetivo del emprendedor es vender sus productos y producir un montón de dinero, o construir una máquina de beneficio a largo plazo que sea estable y que no sea arriesgado ejecutar. El emprendedor construye una organización que crea cambios.

La trampa es simple: en algún momento los freelancers son motivados por los emprendedores y empiezan a contratar a otros freelancers para que trabajen para ellos. Esto no permite el crecimiento. Administrar freelancers es diferente a ser un freelancer. La gestión de personal autónomo y la reserva de los mejores proyectos para ti mismo da muchos problemas. El flujo de efectivo te pone en problemas. Los inversores no querrán invertir en ti porque no sabes como soltarte de tu carrera de freelance.

Si eres un empresario, es imposible tener éxito mediante el uso de tu propio trabajo para llenar los faltantes en tu negocio. Eso no es muy inteligente ya que tu trabajo es finito. De hecho obstaculiza el crecimiento. Si es una tarea que solo puedes ejecutar tu, no estás construyendo un sistema, solo te estás contratando a ti mismo.

Este problema existe, y es tentador pensar que más esfuerzo puede permitirnos resolver nuestros problemas.

La cosa es, más esfuerzo no puede resolver este dilema, ni el del freelance o el del emprendedor. Tarde o temprano llegas a un límite.

La solución es sorprendentemente sencilla

Si eres freelance independiente. Averigua cómo hacer el mejor trabajo en tu campo, el mejor trabajo para los clientes adecuados. No te preocupes por darle la espalda al trabajo, y no te preocupes por el tiempo de inactividad ocasional. Tu eres un freelance cuyo tiempo vale mucho, y necesitas centrarte en tu reputación y en el flujo de tu negocio. Buscar apalancamiento en forma de asistentes y en subcontratar los productos si puedes, pero tu trabajo siempre va a ser tu foco central.

Los freelance pueden salir adelante ajustándose a las demandas del mercado, así pueden cobrar más (y vale la pena). Siempre van adelante ya que están más conectados, son más inteligentes y más eficaces.

Si eres un emprendedor, no deberías venderte a ti mismo. Permite que tu negocio funcione, que prospere con o sin ti. Puede que no sea bueno para tu ego, pero será bueno para su cuenta bancaria.

Es posible cambiar de perspectiva, tener proyectos paralelos, tener dos «puestos de trabajo». Pero no podemos usar ambas perspectivas al mismo tiempo, no podemos ser freelancers en nuestro camino hacia el éxito empresarial.

Vía | Medium

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